No se rendirá hasta que haya enviado cada cadáver a su tumba. Para siempre.
Si alguien le hubiera dicho a Alice Bell que su vida cambiaria de rumbo entre un latido y otro, se habría reído. ¿De dicha a tragedia, inocencia a ruina? Por favor. Pero es todo lo que tomó. Un latido. Un centelleo, una respiración, un segundo y todo lo que ella sabía y amó, se fue.
Su papá tenía razón. Los monstros son reales.
Para vengar a su familia, Ali debe aprender a luchar contra muertos vivientes. Para sobrevivir, debe aprender a confiar en el más malo de los chicos malos, Cole Holland. Pero Cole tiene sus propios secretos, y si Ali no tiene cuidado, esos secretos pueden demostrar ser más peligrosos que los zombies.
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